sábado, 20 de junio de 2020

¡Nuevo CNE!... ¿y entonces?


A solicitud de los representantes de los partidos políticos de oposición que concurren a la Mesa Nacional de Diálogo (admitida según sentencia 0068 del 5 de junio de 2020), el viernes 12 de junio el Tribunal Supremo de Justicia (en vista de la omisión legislativa provocada por la Asamblea Nacional y de acuerdo a lo previsto en el artículo 336, numeral 7, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela) nombró a todos los rectores titulares y suplentes del Consejo Nacional Electoral (sentencia 0070), con lo cual se materializa el acuerdo político logrado al respecto entre ese sector de la oposición y el Gobierno en la referida mesa (no correspondía renovarlos por completo, según lo establecido en el artículo 30 de la Ley Orgánica del Poder Electoral).
Vale acotar que el cuerpo rectoral saliente, ese que según dicen no ofrece garantías de pulcritud, era el que estaba en funciones cuando se celebraron los comicios para la Asamblea Nacional el 6 de diciembre de 2015, cuyos resultados fueron: MUD 109 (65,27%), PSUV 55 (32,93%) y Representación Indígena 3 (1,80%), es decir, más que favorables para la derecha venezolana.
Contra toda lógica pero como era de esperarse, los sectores extremistas de la oposición, cuyos diputados fueron electos en 2015, y que incluso desde antes de ese proceso sostuvieron que no confiaban en el CNE y hasta aseguraron que serían víctimas de fraude, ahora desconocen a las autoridades recién nombradas.
Quizás los desprevenidos piensen que esta es una situación nueva… nada más lejos de la realidad. Es preciso recordar cuál ha sido la conducta de la extrema derecha en Venezuela durante los últimos 20 años, cada vez que enfrenta un proceso comicial; específicamente, cuál ha sido su actitud respecto al árbitro electoral. La invitación esa leer el breve texto "¿Habrán aprendido?"

lunes, 15 de junio de 2020

Errores, omisiones, imprecisiones e inconsistencias

La publicación de la siguiente tabla tiene por objeto servir de sustento a lo afirmado en Con mis hijos no se metan o ¿Quién adoctrina?, referente a las fallas detectadas en una revisión no exhaustiva al texto escolar Castellano y Literatura 9no. de María Alejandra Arias Escalante (impreso en el año 2010).








viernes, 12 de junio de 2020

En Venezuela sí hay racismo


Motivado por el eco mundial que está teniendo la tortura (por más de ocho minutos en la vía pública) y consecuente asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, a manos de la policía de Mineápolis (Minesota, EEUU) el 25 de mayo de 2020, ha tocado desempolvar un par de textos que podrían servir para apoyar la tesis de quienes sostenemos que en Venezuela sí existe y sí se practica el racismo.
Vale aclarar que se trata de una carta del equipo responsable de la elaboración del calendario 2008 de la Contraloría General de la República, en respuesta a las observaciones sobre los textos que lo acompañan, y de otra misiva que intenta refutar algunas de las afirmaciones contenidas en la primera.
Por favor, haga un alto aquí para leer las observaciones, ya que no tiene sentido seguir adelante si no se las conoce. (PINCHE AQUÍ)


PRIMERA CARTA
 
Un año de homenaje para la etnia Warao
Recientemente se recibió en el correo electrónico de un grupo de funcionarios adscritos a la Dirección de Secretaría y Comunicación Corporativa una crítica nefasta a nuestro trabajo en el Calendario 2008 de la CGR, crítica por demás sesgada, de una visión rígida y personalista que no da cabida al debate ni a la multiplicidad de ideas. Sin embargo, tomamos ese correo como una opinión más, puesto que respetamos los diferentes puntos de vista que se originan en una comunidad.
Deploramos que se pueda o desee presumir la existencia de "sugerencias tendenciosas" en los textos incluidos en el Calendario CGR 2008. Se diría según esta perspectiva que existe de parte de los editores algún ánimo denigrante o de agravio hacia los Warao, cuando la realidad es que algunas inconsistencias pudieron haber sido ocasionadas por la multiplicidad de fuentes consultadas —ninguna de las cuales, lamentablemente, fue Warao—; por el inevitable hecho de que formamos parte de esa civilización occidental que se menciona y nuestro sistema de valores o ideas pesa a la hora de hacer una observación de otra cultura; y por no contar, finalmente, en las filas de quienes colaboraron en la confección del instrumento con gente formada en Antropología o Ciencias Sociales que asegurara volcar en él todo el universo de información absolutamente justa, científica y aséptica que nos arrostra quien ahora objeta el trabajo de nuestro equipo. Trabajo que consideramos de mucha importancia como vehículo de transmisión de conocimientos y valores.
Es lamentable que existan personas con una visión negativa de todo cuanto les rodea, que contaminan, con su forma de pensar, la vida y el trabajo de los demás. Son aquellos incapaces de ver lo avanzada que se encuentra una obra o lo bien que está quedando sino que hablan del mal gusto que tienen los arquitectos o la incomodidad que genera su construcción.
No podemos reducir nuestro pensamiento a ideas o premisas que sólo para nosotros son ciertas, sino ser capaces de analizarlas y contrastarlas con las de otros para evaluar cuáles tienen mayor peso, y aceptar que nunca podremos ser dueños de la verdad absoluta.
Daniella González R., José E. Vivas M., Juan C. Pérez, Zorayda Colmenares A.


SEGUNDA CARTA

Martes 12 de marzo de 2008
A: Daniella, José Enrique, Juan Carlos y Zoraida
Cuando decidimos compartir las observaciones al Calendario 2008 de la CGR “Warao: Gente de las curiaras”, supimos que los compañeros que trabajaron en esa publicación podrían sentirse heridos; pero nos asaltó el mismo impulso que nos llevó a escribir acerca de la palabra carné en septiembre de 2003, cuando producto de la incomprensión de gran cantidad de funcionarios de la CGR, hubo fuertes y numerosas críticas sobre un Al Día donde se utilizó carné en vez de carnet. Por cierto, en esa ocasión nuestros compañeros de la Dirección de Secretaría y Comunicación Corporativa tuvieron la gentileza de poner el texto "Acerca de carné y otras palabras", donde se argumentaba porqué era correcto escribirla así, en todas las carteleras institucionales.
A continuación intentaremos contestar el correo que en el día de hoy (12/03/2008) hemos recibido de ustedes (y que enviaron con copia a José Gregorio Hernández [mi jefe], Marcelo Cartaya y Yadira Sánchez, todos directores de la Dirección General Técnica de la CGR) en respuesta al que dirigiéramos el 18/02/2008 a quienes aparecen en los créditos del referido calendario.
  1. Mi crítica “nefasta” según sus palabras no fue en general al trabajo realizado por el equipo que nos ha venido sorprendiendo gratamente con el calendario en estos últimos años. Hice referencia solo a algunos textos en particular, entendiendo siempre que su autoría no estaba en la CGR, sino en las “Referencias y fuentes / Textos de Isaac Pardo y María E. Ponce. / www.a-venezuela.com / www.fenixprosa.galeon.com” señaladas al final del calendario. Sin embargo, aún con mi “visión rígida y personalista” entiendo, al igual que ustedes, que ese trabajo es “de mucha importancia como vehículo de transmisión de conocimientos y valores” y justamente me preocupó que la Contraloría hubiese publicado esos textos y que esa sea la visión de los warao que acompaña un calendario que seguramente ha sido distribuido no solo en la CGR, sino también a infinidad de órganos de control tanto nacionales como extranjeros y a muchos otros entes públicos de variada naturaleza en distintas partes del mundo.
  2. Al leer en su respuesta que “Es lamentable que existan personas con una visión negativa de todo cuanto les rodea, que contaminan, con su forma de pensar, la vida y el trabajo de los demás. Son aquellos incapaces de ver lo avanzada que se encuentra una obra o lo bien que está quedando sino que hablan del mal gusto que tienen los arquitectos o la incomodidad que genera la construcción”, entiendo que indirectamente se refieren a mí; también entiendo que no me conocen (ante lo cual lamentablemente no puedo responder) y que, además, quizás no leyeron con detenimiento el texto del correo al cual iba adjunto el documento de la discordia (18/02/2008) que les transcribo de nuevo, por si acaso:
Soy un entusiasta del calendario de la CGR (los entusiastas a veces se convierten en fanáticos y terminan siendo terribles críticos). He venido experimentando el pequeño suspenso que significa esperar la llegada de nuestro nuevo calendario sin saber de antemano cuál será su tema. Ello me ha traído un disfrute que ha venido creciendo con las cada vez mejores "apuestas" temáticas, fotográficas y de diseño.
Me emocionó mucho recibir un calendario 2008 cuyo motivo es la etnia warao. Como era de esperar, diseño y fotografía -para mi gusto- llenaron las expectativas, y el tema ni se diga; pero algunos de los textos que acompañan el calendario me causaron tristeza, así que después de mucho pensar si debía compartir mis opiniones, ayer terminé de ordenar unas notas al respecto, las cuales les adjunto.
  1. Estoy muy de acuerdo con ustedes cuando expresan que “No podemos reducir nuestro pensamiento a ideas o premisas que sólo para nosotros son ciertas, sino ser capaces de analizarlas y contrastarlas con las de otros para evaluar cuáles tienen mayor peso, y aceptar que nunca podremos ser dueños de la verdad absoluta”, y precisamente por pensar así me atreví a hacerles llegar esas observaciones acerca de algunos de los textos del Calendario 2008 de nuestra Contraloría General. De todas formas, gran parte de los asuntos referidos en las observaciones están documentados por gente como Esteban Emilio Mosonyi, padre Basilio de Barral, padre Antonio Vaquero, María Manuela de Cora, Miguel Acosta Saignes, Alexander Luzardo, Barné Yavarí, Georges Balandier, Carlos Azpúrua y Michell Perrin, entre muchos otros.
  2. En cambio no estoy de acuerdo en que esa “crítica” sea “sesgada, de una visión rígida y personalista que no da cabida al debate ni a la multiplicidad de ideas”, cuando precisamente la intención era hacerles llegar las observaciones y recibir a vuelta de correo (o personalmente, si lo preferían así) una respuesta de una proporción razonable (sin ejercer la descalificación personal, por ejemplo).
Me parece que –disculpen el estilo “personalista”, pero insisto en dejar clara la paternidad de las opiniones– de ustedes no se puede discrepar sin que se sientan atacados, ante lo cual no podía hacer otra cosa que tratar de contestar sin ser presa de las pasiones.
Alexis Espinoza

Solo queda decir que en un principio pensé que ese calendario era el resultado de una escogencia descuidada de los textos, ya que quienes lo elaboraron ponían siempre su mayor esfuerzo en la parte gráfica (diseño, fotografía, impresión…), pero luego de su respuesta a las observaciones, entendí que defendían su sistema de creencias y valores, y que esos textos no fueron seleccionados por error, sino por convicción.
Alexis Espinoza