miércoles, 17 de noviembre de 2010

Con mis hijos no se metan o ¿Quién adoctrina?

Cuando me dispuse a ojear un libro de texto que le “recomendaron” a mi hijo (el profesor me aclaró que él no manda sino que recomienda el libro) no pensé que en cuestión de minutos iba a tener el deseo de gritar “con mi hijo no se metan”, como lo han hecho en más de una ocasión grupos de padres espantados (ayudados por la información que difunden medios de comunicación y organizaciones como Asamblea de Educación) ante el temor de que, por orden del Ejecutivo Nacional, les quiten a sus muchachos o se los vayan a “adoctrinar” en los centros educativos.

El caso es que mi hijo estudia tercer año de bachillerato y el libro de texto que está utilizando en Castellano y Literatura (Castellano y Literatura 9no María Alejandra Escalante. Editorial Actualidad Escolar 2000-Editorial Panapo de Venezuela), además de estar lleno de errores, omisiones, imprecisiones e inconsistencias, tiene una selección de 17 textos periodísticos, todos los cuales fueron publicados durante el último trimestre de 2005: ocho en El Universal (47%), seis en El Nacional (35%) y tres en Últimas Noticias (18%), a cuyo respecto vale destacar que:

1. Llama la atención que de los 6 textos de opinión incluidos en el libro, 4 de sus autores (Luis Giusti, Gente de Petróleo; Armando Coll, periodista y escritor; Juan Martín Echeverría, ex ministro de Justicia; y Leonardo Carvajal, Asamblea de Educación) tienen en común su pertenencia a la oposición política venezolana, situación ampliamente manifiesta en los referidos artículos. Los otros dos textos son un editorial sin firma (Venezuela, DEA y drogas) y una mancheta (Sidor) escritos bajo esa misma óptica política.

2. Del total de textos (17), sólo 3 no registran noticias u opiniones negativas sobre política, infraestructura, economía, industria o en contra de algún Poder Público venezolano; sin embargo, dos de ellos son utilizados para apoyar indirectamente matrices de opinión negativas expuestas en los artículos inmediatamente precedentes.

3. Existe encadenamiento intencionado de la información en: a) dos noticias y una mancheta (conflicto por el anuncio presidencial de la compra de Sidor por parte del Estado venezolano), b) un reportaje y dos noticias (colapso de la infraestructura vial en el estado Miranda), c) una noticia y un artículo de opinión (la oposición se retira de las elecciones) y d) dos noticias (ineficiencia en la gestión de Pequiven versus eficiencia en responsabilidad social empresarial de Chevron-Texaco).

Es necesario que nos preguntemos por qué no se incluyeron también textos provenientes de otros periódicos; por qué no se incorporaron además artículos cuyas temáticas fueran la cultural, la ambiental o la deportiva.

¿Por qué no se incluyó, por lo menos, una importante noticia deportiva del último trimestre de 2005: ¡El equipo Medias Blancas de Chicago ganó la Serie Mundial dirigido por el venezolano Oswaldo Guillén, único estratega latinoamericano que lo ha logrado en toda la historia del béisbol de las Grandes Ligas!?

La respuesta puede ser chocante (sobre todo cuando afecta a nuestros muchachos de 14 y 15 años) y disculpen si ante los hechos no se me ocurre otra cosa: las noticias edificantes no tienen cabida en el empeño desmedido de configurar un panorama sombrío, asfixiante.

La escogencia de los referidos textos periodísticos y la forma como fueron dispuestos en el texto escolar, sugieren la existencia de una intención que va más allá del hecho meramente pedagógico.

Puedo afirmar con toda certeza que con ese libro de texto existe el ánimo de moldear o reforzar una corriente de pensamiento bien definida, y no de ofrecer a los estudiantes noticias tanto positivas como negativas y artículos de opinión que les permitan tener contacto con distintos puntos de vista y tendencias político-ideológicas, lo cual obra en perjuicio de su formación y quizás hasta de su salud mental.

Una última pregunta: ¿Cuántos libros de texto presentarán una situación similar?



Alexis Espinoza
12-11-2010

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Una versión de este texto fue publicada por la periodista Ana Isabel Briceño
el jueves 18 de noviembre de 2010 en el diario Ciudad CCS.


 

sábado, 13 de noviembre de 2010

“¿Qué pasa si dejamos Afganistán?”

Advertencia:
El comentario que se hace a continuación es a partir de una nota (seguramente de un sitio web) que llegó a mi correo electrónico bajo el título de "La revista Time y su impactante portada" (se puede leer al final de este artículo).

Da asco pensar que esos que decretan y llevan a cabo la mutilación de mujeres son los mismos “rebeldes y valientes patriotas”, que luego se convirtieron en el Talibán, a quienes EE.UU. apoyó entre las décadas de 1970 y 1980 con logística, armas y entrenamiento (cómo combatir, manejar explosivos, torturar…) cuando eran un “movimiento insurgente” (al cual no tildaban de fundamentalista, por cierto) que peleaba contra el gobierno afgano de entonces y sus aliados soviéticos, y que finalmente, después de la salida de la URSS devino en el Talibán y terminó haciéndose con el poder gracias a la decisiva ayuda de sus benefactores estadounidenses.

Por mucho tiempo el maltrato contra la mujer instituido en Afganistán pasó por debajo de la mesa, hasta que el Talibán comenzó a incomodar la consecución de los objetivos del país de las barras y las estrellas; ahora se dan cuenta de lo crueles e inhumanos que son sus exdiscípulos (esos a quienes ellos mismos enseñaron a combatir, a manejar explosivos, a torturar…). Para los estadounidenses lo realmente importante era poder derrotar a la URSS (como actualmente lo es derrotar al propio Talibán), nunca lo fue –como no lo es ahora– defender a la mujer afgana de vejaciones absolutamente reprobables.

¿Acaso los estadounidenses invadieron ese país para evitar a las mujeres el horror causado por los hombres del Talibán? ¡Por favor!... Dudo de la sinceridad de Time. Están usando esa terrible situación como una excusa más para justificar la continuación de las acciones bélicas de EE.UU. en Afganistán. En pocas palabras, Time ha convertido el dolor de Aisha y de muchas otras mujeres en propaganda de guerra, pero también en una muestra de su inobjetable cinismo y de una marcada falta de escrúpulos.

Alexis Espinoza
26-08-2010

La revista Time y su impactante portada
Aisha es una joven afgana de 18 años que se transformó en una chica de portada. La portada de la Revista Time generará polémica e impacto y, seguramente, su imagen recorrerá el mundo y será un símbolo del desprecio y la irracionalidad.
La foto central muestra a Aisha sin nariz ni orejas. Le fueron cortadas por decreto de los fundamentalistas, después de intentar escapar de la casa de su esposo que la maltrataba.

El verdadero motivo por el que posó para la portada del último número de la revista Time, dice Aisha, radica en la necesidad de denunciar el cruento desprecio que los talibanes tienen hacia las mujeres.
La revista norteamericana plantea en una fuerte tapa la pregunta "¿Qué pasa si dejamos Afganistán?".

Según la publicación, la joven quiere que "el mundo vea el efecto que el resurgimiento de los talibanes podría tener en las mujeres de Afganistán". De esta manera se pone en debate en qué escenario podrían quedar los derechos de las mujeres de ese país ante un potencial acuerdo entre los EE.UU. y los talibanes en una búsqueda de rápida paz.
El editor de la revista, Richard Stengel tuvo dudas antes dar el ok final a la edición. "Yo quería asegurarme de que Aisha no perdiera su seguridad y que entendiera lo que significaba su cara en la portada. Ella sabe que se convertirá en el símbolo del precio que las mujeres afganas han tenido que pagar por la ideología represiva de los talibanes".
En el adelanto de la nota, se lee que el calvario de la joven comenzó una medianoche en la que un grupo talibán de su pueblo golpeó a la puerta. Aisha había intentado fugarse de la casa de la familia de su marido, quien la golpeaba.
Ella dice; "Si no lo hubiera hecho, habría muerto". Aquella noche, un comandante talibán no dudó en materializar el castigo. Su cuñado la sostuvo y su marido le rebanó la nariz y las orejas, como escarmiento. Un demencial escarmiento. Una inhumana acción que Aisha quiere mostrarle al mundo a través de esta denuncia.
La portada es absolutamente inquietante e indignante. Me cuesta entender cómo pueden seguir existiendo estas guerrillas fundamentalistas que siguen causando tanto dolor a la sociedad, específicamente a las mujeres afganas (y de tantas otras sociedades).