lunes, 3 de noviembre de 2008

Los candidatos y el rescate financiero


¿Por qué los candidatos a la Presidencia de EE. UU. están de acuerdo en defender los intereses de los responsables de la debacle financiera, en vez de los intereses de millones de personas que se están viendo afectadas por la avaricia desmedida de los primeros?

A pocas horas de las elecciones en EE. UU., esas elecciones tan extrañas que me empeño en no entender, es importante que conozcamos asuntos como los expuestos en el artículo que transcribo a continuación. Valga la oportunidad para recomendarles la lectura del quincenario ecosur (del cual tomé el artículo en cuestión), que trata sobre economía, ecología y sociedad con un efoque especial hacia el sur, por supuesto.


Rescate con tufo a escándalo
Cuando los políticos cobran de los bancos


Andy Robinson, La Vanguardia de Barcelona
(Tomado de Ecosur, Nº 1, primera quincena de octubre de 2008)

Estados Unidos aprobó finalmente el plan de rescate de su sistema bancario, luego de dos semanas de negociaciones entre la administración Bush y el Congreso, pero las señales de que se enfría la economía siguen arrastrando a los mercados, mientras la contracción laboral se agudiza en el país.

No suele ocurrir cuando los sondeos muestran una mayoría contundente en contra de la medida. Pero ninguno de los dos candidatos a las elecciones presidenciales ni las cúpulas de los dos grandes partidos se han sumado a la mayoría de estadounidenses en rechazo al plan de rescate a la banca.

Una posible explicación es que Barack Obama y John McCain, así como los líderes de ambos partidos, entienden que, como estadistas responsables, deben supeditar sus intereses inmediatos electorales al futuro del país. Los ciudadanos “no entienden las complejidades de nuestro sistema financiero”, explicó el republicano Gary Miller. Barney Frank, líder demócrata del comité de servicios financieros, lamentó que “no hay beneficios políticos si se previene un desastre” cuando la gente no cree que va a producirse.

Otra explicación la dio el Center of Responsive Politics, un instituto de Washington que hace seguimiento a las contribuciones financieras a las campañas políticas y analiza las principales fuentes de dinero para los dos partidos y sus líderes. Según el centro, los representantes que votaron a favor de la medida de la Cámara Baja reciben como media un 50% más de donativos de los bancos de Wall Strett y otras entidades financieras que quienes votaron en contra.

Asimismo, el Centro advierte que tanto Obama como McCain han obtenido enormes cantidades de dinero de los bancos. Obama ha recibido contribuciones de empresas de finanzas, seguros e inmobiliarias, el llamado sector FIRE, por unos 25 millones de dólares. McCain ha ingresado 22 millones. El citado análisis puede consultarse en la página web OpenSecret.org.

El principal contribuyente de la campaña de Obama es Goldman Sanchs, que ha donado casi 700.000 dólares, seguido de la Universidad de California, Citigroup y JP Morgan Chase. McCain ha recibido aproximadamente 200.000 dólares de Cerril Lynch, Citigroup, Morgan Stanley y Goldman.

Estas empresas no contribuyen directamente, sino que canalizan dinero mediante la creación de los llamados comités de acción política o a través de aportaciones personales de propietarios, empleados y sus familiares.

Goldman, el banco de inversiones más grande del mundo, ahora convertido en banco comercial, se considera uno de los probables beneficiarios del rescate. Henry Paulson, secretario del Tesoro y principal arquitecto del plan, fue presidente y consejero delegado de Goldman antes de incorporarse en el año 2006 a la administración Bush. Recibió un plus de 18,7 millones de dólares cuando abandonó Goldman. Robert Rubin, otro ex presidente de Goldman Sachs, es el ex secretario del Tesoro de Clinton y ahora es asesor de Obama.

La diferencia de trato a los representantes en el Congreso por parte del sector FIRE es especialmente acentuada en el caso de los demócratas. Los 95 demócratas que se opusieron al rescate recibieron de media un 78% menos en contribuciones que los 145 que votaron que sí.

Desembolsando unos dos mil millones de dólares desde 1989, los bancos, aseguradoras y empresas inmobiliarias han sido la principal fuente de financiación para partidos y políticos individuales en un sistema político que gira en torno al intercambio de financiación y medidas favorables a los donantes.

El 55% se ha dirigido al Partido Republicano y el 45% a los demócratas. Según el Centro, mientras se debatía sobre los contenidos de la ley, "ejércitos de lobbistas de los sectores bursátil, bancario, inmobiliario y otras financieras trataron de dejar su huella en la legislación".

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