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El humor de Aquiles
Publicado originalmente en el N°8 (diciembre de 2004) de ENcontrARTE (Revista cultural alternativa) www.aporrea.org
El humor es una de las cosas más serias que existen; me atrevería a decir que es una de las formas más elevadas del pensamiento crítico, y lo más extraordinario, del pensamiento autocrítico.
Estoy convencido de que los “ciudadanos de a pie” necesitamos ejercitar el humor (sí, como si fuera un músculo). Esa combinación de agudeza mental y sutileza, que a ratos echa mano de lo grotesco, representa un precioso ejercicio que nos permite hacer algo que nos distingue –definitivamente– del resto de los seres vivos: reírnos de nosotros mismos. El humor nos enfrenta a los hechos (sean crudos, insólitos, cotidianos...) de una forma no convencional que nos lleva a establecer una relación “amor-odio” con la vida, teñida con ironía y de la mano de nuestra imaginación.
Pensando en todo eso, se me ocurre que tenemos la necesidad imperiosa de entrar en contacto con la obra de ese fenómeno llamado Aquiles Nazoa. En él tenemos un gran valor que los venezolanos no podemos permitir que siga oculto. Así como hoy en día se han vuelto a escuchar las canciones de Alí Primera y ahora hay quienes lo están “descubriendo”, debemos hacer un esfuerzo para difundir la obra de Aquiles, que por su sensibilidad social y singular estética está tan cerca de nosotros. Tenemos una deuda con él, pero sobre todo con nosotros mismos, porque nos lo estamos perdiendo.
El humor de Aquiles Nazoa no debe quedar para consumo de un grupito de elegidos. Sería el más flaco servicio que le podríamos hacer a su memoria.