sábado, 6 de noviembre de 2021

Cogito ergo sum

Alexis Espinoza

 



En el Discurso del método (Capítulo III), Descartes explica cómo su “duda metódica” lo condujo al “primer principio de la filosofía”: cogito ergo sum (pienso, luego soy). A pesar contar con este principio en latín y español, busqué en mi diccionario Spes Latino-español Español-latino, esperando encontrar otro significado para la palabra cogito, más amplio o más específico (no lo sé), que me ayudara a profundizar en el sentido de ese pensamiento, que me guiara hacia otras fronteras distintas a las del pensar como vía para alcanzar el conocimiento, pensar para ser. Y, efectivamente, con las acepciones de cogito que encontré en el diccionario (pensar, reflexionar, imaginar y meditar, entre otras) comenzó a germinar mi idea. De estos vocablos el que por su significado estaba más lejos de lo traducido era imaginar; y por ello me llamó muchísimo la atención.

¿Sería pura casualidad haber encontrado imaginar como significado de tan célebre palabra? ¿Habría pensado alguna vez Renato Descartes en la imaginación como uno de los puntales del ser? ¿Es que acaso el filósofo al “desnudarse” –como lo propone la “duda metódica”– y reflexionar sobre lo que duda, no tiene primero que imaginar?

Esas interrogantes se diluyeron en mi imaginación, ahora no son más que tres puntos intrascendentes, y sólo puedo decir que existe una membrana muy delgada separando los dominios de la imaginación de los del pensamiento, que esta separación no solo es espacial, sino que también hay un tiempo de la imaginación anterior al del pensamiento, y que hay un último eslabón en esta cadena: la palabra... “No creo que la gente piense en determinada lengua... Yo pienso en imágenes, y de la espuma de las oleadas de pensamiento, de cuando en cuando, forman una frase en ruso o una frase en inglés...”(*)

Eso responde Vladimir Nabokov a un entrevistador que, a propósito a su multilingüismo, le pregunta en qué lengua piensa. Las palabras de Nabokov me hacen intuir que la lengua es hija del pensar, es un fruto que se da después de una gestación de imágenes; la imagen es esencia, es motor del pensamiento y junto con éste, hace parir la palabra... Si pensamos para después ser, entonces el hecho de ser radica en el habla y una vez conocida el habla es difícil abandonar esta aventura, porque la realidad humana no se basa en una simple asociación de imágenes que reproducen el mundo exterior...  Cuando piensa, el ser humano crea su realidad, está un poco impreso en cada imagen que nombra, en cada creación suya... La imaginación es una moneda en donde por el anverso están las imágenes que reproducen el exterior, y en el reverso se encuentran las imágenes de adentro. El movimiento constante de esta moneda hace que se mezclen los elementos de las dos caras y da lugar a la creación... “Pensar la imagen, pensarse pensando es el riesgo que asume quien ha sido herido por el lenguaje...”(**)




Caracas, 1983


_________________________________________
*Vladimir Nabokov:
Opiniones contundentes. Taurus Ediciones. Madrid, 1977.
**Hanni Ossott: La imagen: El espacio imaginario, la experiencia de la imagen, disolución de la imagen en
Anuario Escuela de Letras UCV 1979. Ediciones de la Facultad de Humanidades y Educación UCV.
Caracas, 1980.


No hay comentarios: