Hace pocos días tuve la oportunidad de pasar por la entrada de mi liceo, el "Carlos Soublette" (San Bernardino, Caracas), y presenciar algo que ni en mis visiones adolescentes más descabelladas hubiera imaginado. Había una patrulla de la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (DIGECIM), antiguo DIM, estacionada justo en la entrada.
En mis tiempos –estudié allí entre 1975 y 1980– era inconcebible ver una patrulla en las inmediaciones de un liceo sin que causara alguna alarma entre los estudiantes, ya que como todos sabíamos, policías + estudiantes = disturbio y patrullas + liceo = allanamiento. Por eso me llamó "poderosamente" la atención (como reza el lugar común) que a nadie parecía importarle la presencia de aquella camioneta. Definitivamente hay cosas que han cambiado; algunas para bien y otras no, pero definitivamente algunas han cambiado.
Ya no son los tiempos de los "casco blancos" de la Policía Metropolitana en la "Venezuela saudita", ni los del napalm en la Guerra de Vietnam, menos aún los de la Operación Cóndor y sus más de treinta mil desaparecidos solo en Argentina, ni los de las protestas de los bachilleres sin cupo en el centro de Caracas... ya no lo son.
Alexis Espinoza