Ojo, simplemente tomé prestado el nombre de la obra de teatro de Román Chalbaud (estrenada en 1961 y luego llevada al cine por el mismo maestro en 1976), para encabezar estas líneas. Me disculpo con quienes pudieron haber pensado que los tiros iban por allí.
Hecha la aclaratoria, aquí vamos:
El referente religioso José Gregorio Hernández se ha convertido en eso que en publicidad llaman una marca. Ahora bien, no sé si ustedes también sienten curiosidad por saber a quién pertenece esa marca y quién tiene autorización para explotarla: ¿la maneja directamente la empresa matriz (El Vaticano) o una empresa subsidiaria (la Conferencia Episcopal Venezolana)? Por supuesto que también existe la posibilidad de que esa marca la hayan "pirateado" y esté siendo aprovechada por terceros sin invitación oficial al festín.
Pero en el caso del negocio documentado en las imágenes, esto último es de ponerse en duda, porque funciona en un pequeño espacio en el lateral sur de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, avenida Urdaneta, Caracas... ¿Cómo podrían no enterarse las autoridades eclesiásticas de que en un costado de la iglesia funciona el VENERABLE café?